SAN JOSÉ, COSTA RICA, 4 de diciembre de 2024 - La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) condenó a Brasil por la desaparición forzada de 11 jóvenes de la Favela de Acari, en Río de Janeiro, en 1990.
La decisión de la Corte IDH tiene en cuenta el contexto de violencia policial y la actuación de grupos de exterminio y milicias en Río de Janeiro, especialmente en comunidades en situación de pobreza, donde impera un escenario de racismo estructural y discriminación contra personas afrodescendientes, según lo señalado por el memorial amicus curiae presentado por el Facts and Norms Institute (FNI) | Instituto Fatos e Normas, elaborado por la profesora Roberta Cerqueira Reis y la abogada Sofia Viegas Duarte.
El memorial del FNI, que se centró en la violencia policial, los límites de la justicia transicional y la deshumanización de poblaciones pobres y afrodescendientes, fue citado en la sentencia como soporte para la comprensión del contexto en que ocurrieron las desapariciones. La Corte IDH destacó la importancia del documento para demostrar que la violencia cometida por agentes del Estado es un problema estructural y persistente en Brasil.
En el memorial, el FNI argumentó que "la violencia cometida por agentes del Estado denunciada en el Caso Leite de Souza y Otros es un tema presente" y que "[e]xisten continuidades entre la acción policial letal durante la dictadura de 1964-1985 y durante los tiempos democráticos", además de "un sistema que garantiza impunidad para esas violaciones". El memorial también destacó que hay "una distribución desigual de muertes causadas por policías – estas están concentradas en los suburbios pobres y favelas."
La sentencia de la Corte IDH reflejó este análisis, afirmando que "[p]or lo menos desde la década de 1960, se observa la actuación de milicias, grupos de exterminio o escuadrones de la muerte [...] compuestos por policías involucrados con actividades criminales." La sentencia también reconoció que "la violencia de las milicias está dirigida mayoritariamente contra personas afrodescendientes, jóvenes e individuos en situación de pobreza y vulnerabilidad socioeconómica."
El memorial del FNI también destacó cómo "[l]as ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas representan la negación de la condición humana de las víctimas; su personalidad jurídica es sustraída". Este aspecto también está presente en la sentencia de la Corte IDH al reconocer que "las conductas relacionadas con la desaparición forzada de personas generan la violación de los derechos al reconocimiento de la personalidad jurídica", entre otros.
La sentencia también incorporó diversas recomendaciones del memorial del FNI, incluyendo la necesidad de adoptar medidas estructurales para combatir la violencia policial y la impunidad. Entre esas medidas, están la realización de un diagnóstico sobre la actuación de grupos de exterminio y milicias en Río de Janeiro y el fortalecimiento de las capacidades investigativas según criterios de derechos humanos.
Además, la Corte IDH ordenó que Brasil adopte medidas de reparación a las víctimas y sus familiares, como la continuidad de las investigaciones sobre las desapariciones, la búsqueda de los restos mortales de las víctimas, la emisión de los certificados de defunción, una disculpa pública, la creación de un memorial en el barrio de Acari y el pago de indemnizaciones por daños materiales e inmateriales.
La sentencia de la Corte IDH es un paso importante para la responsabilización del Estado brasileño por las violaciones de derechos humanos cometidas en el caso Leite de Souza y otros y un reconocimiento del importante trabajo realizado por las “Madres de Acari” en la búsqueda de justicia y en la defensa de los derechos humanos. La decisión también refuerza la necesidad de combatir la violencia policial y la impunidad en Brasil, problemas que afectan de forma desproporcionada a la población afrodescendiente y pobre del país, especialmente aquella que vive en favelas y periferias.
La decisión de la Corte tiene en cuenta los argumentos presentados por el FNI, demostrando la relevancia del trabajo de organizaciones académicas en la defensa de los derechos humanos y en la promoción de la justicia. La sentencia representa una victoria para las víctimas y sus familiares, y un paso importante para la construcción de un Brasil más justo e igualitario, donde los derechos humanos sean respetados y protegidos, independientemente del origen social, raza o lugar de residencia de las personas.
Memorial completo del FNI:
Sentencia completa de la Corte Interamericana:
Comments